Eficiencia energética en hoteles: ¿Cuánta energía se puede ahorrar?

Minimizar los gastos de consumo de un hotel requiere diseñar una determinada estrategia basada en pautas básicas. ¡Lo analizamos!

Cómo mejorar la eficiencia energética en hoteles

El turismo sostenible debe abordarse tanto desde el punto de vista económico como ecológico. Si bien la actividad turística representa una de las mayores fuentes de ingresos del país, también es el responsable de casi el 8% de la huella de carbono global.

En Europa, la actividad hotelera genera el 20% de la emisión total de CO₂, una cifra bastante alarmante que requiere acciones inmediatas. Especialmente, teniendo en cuenta que solo la quinta parte de los establecimientos implantan soluciones destinadas a mejorar la eficiencia energética.

Minimizar los gastos operativos de consumo requiere diseñar una determinada estrategia basada en pautas básicas que permitan mejorar la eficiencia energética en hoteles. Una decisión que, además de optimizar el presupuesto, impacta positivamente en la disminución de las emisiones de CO₂ y se ajusta al concepto de sostenibilidad.

¿Cuánta energía puede llegar a ahorrar un hotel?

No es un secreto, buena parte de los costes de explotación que enfrenta el sector hotelero procede del consumo de energía necesario para garantizar la comodidad de los usuarios.

En este sentido, la prioridad de los dueños de los hoteles es lograr la eficiencia energética sin afectar el confort y la calidad de la experiencia de los huéspedes. El uso de nuevas tecnologías y fuentes de energía renovable puede generar entre el 30% y el 40% de los gastos operativos.

El sistema de iluminación es la mayor fuente de consumo eléctrico. Por tanto, aplicar medidas tan simples como pasarse a la tecnología LED puede ayudar a disminuir el gasto energético hasta un 15%.

Por otro lado, la calefacción y refrigeración ejercen un importante impacto en la tarifa mensual del servicio. En este caso, cambiarse a tecnologías eficientes y sostenibles equivale a un ahorro sustancial del 20% en electricidad. Por ejemplo, la electricidad eólica o geotérmica. Con ello, se puede disminuir hasta el 90% de la emisión de CO₂ a la atmósfera.

¿Cómo mejorar la eficiencia energética en hoteles?

Los costes operativos de un hotel se quedan cortos cuando son comparados con el nocivo efecto que estas acciones generan sobre el medio ambiente. Ante la emergencia de una transición energética respetuosa con el planeta, existen acciones elementales que contribuyen a la idea de hacer turismo sostenible:

Reemplazar las fuentes de luz por LED

De media, la iluminación es la responsable del gasto mensual del 20% del consumo energético.  Se puede comenzar con la sustitución de las bombillas fluorescentes. Además de consumir un 80% menos, las bombillas LED son mucho más duraderas. Se trata de una inversión que se amortiza relativamente rápido, tanto en los costes de la facturación eléctrica y en el tiempo de uso que garantiza su larga vida útil.

Otras medidas igual de importantes es apostar por el uso de tecnología de reducción lumínica, así como la instalación de sensores y un sistema central que permita controlar los diferentes puntos de luz

Lograr una correcta climatización

Junto a la iluminación LED de bajo consumo y el uso de sensores, merece la pena instalar termostatos básicos y un sistema que permita monitorear y controlar el consumo de energía de acuerdo a la zona.

La climatización se encuentra entre los factores que más elevan el gasto de energía, alrededor del 40%. Por ende, tienen un mayor potencial de ahorro. De esta manera, resulta erróneo pasar por alto la importancia del correcto aislamiento térmico.

De acuerdo a esto, la mejor opción es renovar las ventanas antiguas y corregir cualquier tipo de grietas o escapes de gas. Se estima que un buen sistema de ventilación puede llegar a suponer un ahorro del 10% en la facturación mensual del servicio eléctrico.

Asimismo, es importante verificar la capacidad aislante de las cubiertas y fachadas. Porque, además de reducir el consumo, este aspecto incide en la comodidad de los huéspedes.

Instalar economizadores en las habitaciones y sensores de presencia

Entre la amplia gama de soluciones disponibles, podemos destacar los economizadores. Estos dispositivos desconectan la energía una vez que se desactiva la tarjeta de entrada a la habitación.

En conjunto, con los economizadores, los sensores de presencia consiguen un ahorro de hasta el 60%. Este tipo de sensores detectan si la estancia está libre u ocupada y, en función de ello, emiten la señal que activa el economizador de energía. Pueden ser instalados en puertas o ventanas y tienen la capacidad de delimitar si las mismas se encuentran abiertas o cerradas.

Estudiar la posibilidad de implantar energía solar

Aprovechar la luz natural es una excelente forma de ahorrar energía. Basta con utilizar cortinas finas e instalar cristalería. Sin embargo, las nuevas tecnologías demuestran que los rayos solares son la fuente energética del futuro.

La instalación de placas solares es el paso definitivo hacia el consumo sostenible. Si bien poner en marcha la energía fotovoltaica requiere de una inversión bastante considerable, el retorno es bastante razonable desde el punto de vista económico. Y, a su vez, proporciona muchos beneficios para el medio ambiente.

Implantar medidas de ahorro de agua

El consumo de agua de los huéspedes duplica al generado en un local comercial. Durante las vacaciones, las personas olvidan las medidas básicas de ahorro y acostumbran a extender el disfrute en la bañera.

En este sentido, se pueden poner en marcha ciertos gestos más responsables con el planeta. Por ejemplo, dejar mensajes indicando si desean o no que sus toallas sean reemplazadas a diario.

Otro aspecto que merece atención es el mantenimiento de las instalaciones de agua. Un grifo que gotea de forma constante genera una pérdida de al menos 80 litros del vital líquido al día. Además de detectar fugas, conviene instalar reductores de caudal tanto en grifos como en duchas.

Recordar la regla de las 3R

Dentro del sector turístico, la industria hotelera es la que debe poner mayor cuidado en la regla de las 3R: Reducir, Reciclar y Reutilizar. Entre las pautas más elementales, se puede utilizar el uso de dispensadores para el champú, gel o crema hidratante en lugar de los tradicionales envases monodosis.

Beneficios del ahorro energético en hoteles

Hacer un mejor uso de la energía no solo es cuestión de economizar dinero. Frente a los problemas que enfrenta el planeta, el sector hotelero debe priorizar la eficiencia energética a través de políticas sostenibles que modifiquen tanto la metodología de trabajo como el comportamiento de los usuarios.

Sin necesidad de renunciar a brindar experiencias de calidad y garantizar el confort de los huéspedes, el ahorro energético trae consigo una serie de importantes beneficios para el negocio.

Llevar a cabo medidas de ahorro energético es la demostración clara del compromiso con la sostenibilidad y el respeto hacia el medioambiente. Asumir la responsabilidad reviste en oportunidades de acceso a nuevos mercados.

Asimismo, mejora la imagen de la empresa de cara a los usuarios y la opinión pública en general. Además, la implantación de sistemas tecnológicos y equipos adecuados genera el ambiente de trabajo ideal. Y de esta forma, el personal se mantiene motivado a dar lo mejor de sí en la consecución de los objetivos y en el incremento de la productividad.