Aunque un coche suele tener un sistema de frenos de disco, de ABS y de estacionamiento, lo cierto es que puede poseer otros tipos de frenos. ¡Descúbrelos!
Dado que los frenos son imprescindibles en todo coche que se precie, es de suponer que existan diferentes tipos de frenos para que la seguridad del automóvil sea óptima. En concreto, hay cuatro clases de frenos distintos, que a su vez pueden subdividirse en otros frenos más específicos: los frenos de disco, los frenos de tambor, los frenos ABS y el freno de mano. Vamos a conocer más información sobre cada uno de ellos:
Tipos de frenos que existen en un automóvil
Prácticamente todos los automóviles cuentan con un sistema de frenos de disco, un sistema de freno ABS y un freno de mano para detener el coche en caso de emergencia. Sin embargo, también pueden poseer otros tipos distintos de frenos:
Frenos de disco
Es el sistema de freno más habitual ya que lo accionamos directamente con nuestro pie. Al frenar y pisar el pedal de freno con el pie se libera un líquido que va directo a los pistones que empujan las pastillas de freno. Mediante un proceso de fricción la velocidad del coche va disminuyendo poco a poco hasta detenerse por completo.
Este tipo de freno se divide a su vez en:
- Discos flotantes con pinzas fijas
- Discos ranurados con pinzas fijas
- Discos fijos ventilados con pinzas fijas
- Discos ventilados con pinzas flotantes
Frenos de tambor
Apenas suelen usarse porque cuentan con un sistema más arcaico que los frenos de disco, pero ello no quita para que sigan utilizándose en algunos vehículos para reducir sus costes de producción (aunque suelen emplearse únicamente en los frenos de las ruedas traseras).
Sistema de freno ABS
Además de un tipo de freno es un sistema de seguridad activa que evita muchos accidentes de tráfico. ¿Por qué? Porque este sistema antibloqueo de frenos evita el bloqueo de las ruedas cuando el vehículo frena bruscamente, lo que permite que se mantenga la estabilidad en la conducción.
Freno de mano o de estacionamiento
Este tipo de freno inmoviliza las ruedas traseras del automóvil de forma permanente. Aunque no suele utilizarse para detener un coche en marcha, sí puede usarse como freno en caso de emergencia o a la hora de detenernos en terrenos con gran pendiente ascendente o descendente.
